El Moulin Rouge ha atravesado varios periodos. A veces cabaret de noches locas, otras teatro y cine e incluso escenario de music-hall con bailarinas saliendo de tartas… La leyenda del Moulin Rouge se ha forjado a lo largo de los años. Aunque este cabaret parisino es tremendamente conocido, el público en general desconoce algunas partes de su historia.
Desde hace más de 120 años, el Moulin Rouge es uno de los centros de Montmartre. Te presentaremos brevemente la historia de este monumento parisino que recibe la visita de más de 600.000 personas cada año.
El Moulin Rouge no necesita presentación, sin embargo y a pesar de haberse convertido en uno de esos nombres que ya suenan a tópico o a antigüo, los amantes del Nu-Cabaret debemos mucho a lugares que siguen siendo de culto como este.
En el Moulin Rouge ha habido cine, teatro, music-hall… en definitiva, el Moulin Rouge es una leyenda forjada con años de historia que empiezan en 1889, cuando Joseph Oller y Charlses Zidler inauguran este cabaret al pie de Montmatre. SU ubicación, en un barrio que aún era rural en el París del S. XIX supuso una renovación total para la cultura y el arte, no solo de la zona, si no de la ciudad entera, que vio como sus intelectuales y artistas empezaban a atrincherarse en las zonas cercanas al Moulin. El cabaret cobró fama rápidamente sirviendo de inspiración a artistas conocidos internacionalmente, como Henri de Toulouse-Lautrec o Auguste Renoir.
Los primeros años del Moulin Rouge fueron como esperaban sus fundadores, bailes, fiestas, noches interminables y bailarinas que encontraban la fama gracias a su talento, hasta entonces nada reconocido, combinado con una sociedad con ganas de diversión. El contexto del Moulin Rouge era incomparable. Arquitectura, decoración y extravagancia (es famoso el elefante que había en el jardín).
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