El Tropicana fue la apertura del mundo del cabaret en Cuba. En 1939 en la zona de Marianao (Municipio Playa) se abrió lo que se conocía como “el paraíso bajo las estrellas”. Tropicana fue construido en una zona boscosa y al aire libre, lo que dejaba de lado todos los conceptos clásicos del cabaret como lugar cerrado.
Su promotor fue Victor de Correa, aunque fue Martin Fox el autentico gestor y renovador del Tropicana, dando cabida a personalidades como Roderico Neyra y Rodney, que empezaron la labor de coreógrafos.
Durante los primeros años se caracterizó por el juego, la presencia de bebidas alcohólicas y con ellas, estrellas de Hollywood, mafiosos y algunos marineros y adinerados norteamericanos.
Cambió no solo la estética del cabaret desde el punto de vista arquitectónico, si no también desde el punto de vista estilístico y musical. Era un cabaret bastante peculiar y “libre” nutriéndose de estrellas del ballet, del circo, del carnaval, de los boleros, del cha cha chá lo cual daba lugar a un espectáculo artístico único, cuya fama ha recorrido el mundo.
Sobre las tablas del Tropicana han actuado incontables estrellas cubanas, aunque con el devenir de los años se fue impregnando, según voces expertas, demasiado, del folklore cubano, lo cual dejaba de lado las claves cabaretísticas que dieron lugar a su esplendor, dando paso a ritmos y colores más característicos de la isla.
Actualmente, el director musical del Show es Chuchito Valdés, el hijo de Chucho Valdés, uno de los inmortales iconos de la música cubana.
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